La displasia inmuno ósea de Schimke (SIOD) es un
trastorno multisistémico caracterizado por una displasia espondiloepifisaria y
una baja estatura desproporcionada, dimorfismo facial, inmunodeficiencia de
células T, y glomerulonefritis con síndrome nefrótico. Hasta ahora se han
descrito en la literatura unos 50 casos, sin ninguna preferencia aparente de
sexo, etnia o geografía.
En Norteamérica, la prevalencia de SIOD se estima en 1
entre cada 1-3 millones de nacimientos vivos. Las características clínicas más
importantes son displasia espondiloepifisiaria y baja estatura, inmunidad
celular defectuosa con aumento de la susceptibilidad hacia infecciones con
riesgo para la vida y un progresivo síndrome nefrótico resistente a los
esteroides que lleva a una insuficiencia renal terminal en cerca de las dos
terceras partes de los pacientes. La hipertensión y la proteinuria son los
síntomas comunes más precoces de SIOD. Casi todos los pacientes tienen déficit
de células T con una proporción normal de CD4/CD8. También son comunes máculas
hiperpigmentadas, pelo fino y características faciales dismórficas (cara con
forma triangular, puente nasal ancho y deprimido, cresta nasal estrecha y punta
nasal ancha). Las manifestaciones neurológicas incluyen ateroesclerosis y enfermedades
cerebrovasculares, las cuales se manifiestan como dolores de cabeza tipo
migraña, isquemias cerebrales, disfunciones cardiacas y déficits cognitivos.
Características adicionales pueden incluir hipotiroidismo, enteropatía, y
anemia normocítica o microcítica. El SIOD es un trastorno autosómico recesivo
causado por mutaciones en el gen SMARCAL1 (2q35)
que codifica para la proteína remodeladora de la cromatina hHARP (también
conocido como regulador de la proteína 1 de la subfamilia A-like de la
cromatina SWI/SNF relacionada actina dependiente asociada a la matriz). El
diagnóstico se basa en una cuidadosa evaluación clínica, bioquímica y
radiológica con osteopenia, cuerpos vertebrales ovoides y aplanados y cabezas
femorales hipoplásicas y techos acetabulares siendo éstas las características
radiográficas típicas. Se pueden realizar pruebas moleculares para confirmar el
diagnóstico.
La hipoplasia cartílago-pelo (consulte este término) es el
principal diagnóstico diferencial. Como la enfermedad afecta a múltiples
sistemas corporales, el tratamiento requiere una aproximación terapéutica
multiespecializada. El trasplante de riñón es la terapia de elección para
insuficiencias renales terminales. Debido al trastorno inmunológico subyacente
en SIOD, la terapia inmunosupresora tras el trasplante renal sigue estando
asociada a un riesgo elevado de rechazo y a infecciones oportunistas graves. La
esperanza de vida se limita a la infancia o la temprana adolescencia en muchos
pacientes, debido a ictus, infecciones, fallo de la medula ósea e insuficiencia
renal. La supervivencia hasta la edad adulta se ha descrito en pacientes con
formas leves de aparición tardía de la enfermedad y un tratamiento exitoso del
fallo renal.
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