La
enfermedad de Kikuchi-Fujimoto es un trastorno benigno y autolimitado, se caracteriza por una linfoadenopatía regional cervical con reblandecimiento,
normalmente acompañado con algo de fiebre y sudores nocturnos. Otros síntomas
menos frecuentes incluyen, pérdida de peso, nauseas, vómitos, dolor de
garganta. La enfermedad de Kikuchi-Fujimoto es extremadamente poco frecuente,
de distribución mundial, con una prevalencia algo más alta entre los japoneses
y otras poblaciones asiáticas. Las características clínicas, histopatológicas e
inmunohistoquímicas parecen apuntar en conjunto a una etiología vírica,
hipótesis que aún está por demostrar. La enfermedad de Kikuchi-Fujimoto se
diagnostica generalmente a partir del estudio de una biopsia excisional de los
nódulos linfáticos afectados. Su reconocimiento es crucial, especialmente
debido a que esta enfermedad puede confundirse con un lupus eritrematoso
sistémico (SLE), con un linfoma maligno o incluso, aunque más raramente, con un
adenocarcinoma. El que los patólogos y los clínicos tuviesen conocimiento de
esta enfermedad ayudaría a evitar errores en el diagnóstico y por tanto
tratamientos inapropiados. El diagnóstico de la enfermedad de Kiruchi-Fujimoto
merece ser tenido en cuenta en cualquier biopsia nodal que muestre
fragmentación, necrosis y cariorrexis, especialmente en individuos jóvenes con
linfoadenopatía cervical posterior. El tratamiento es sintomático
(analgésicos-antipiréticos, antiinflamatorios no esteroideos y, más raramente,
con corticosteroides). Al cabo de 1 a 4 meses se produce una recuperación
espontánea. Se deberá hacer un seguimiento durante varios años de los pacientes
con la enfermedad de Kikuchi-Fujimoto para investigar la posibilidad de
desarrollar SLE.
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