La enfermedad de Gaucher es una enfermedad de depósito lisosomal
caracterizada por el acumulo de depósitos de glucosilceramida (o de
glucocerebrósido) en las células del sistema mononuclear macrofágico del
hígado, del bazo y de la médula ósea. La incidencia de la enfermedad de
Gaucher en la población general es de alrededor de 1 en 60.000, pero
puede llega a ser de 1 por cada 1 000 entre los judíos Ashkenazis. La
prevalencia es de alrededor de 1 en 100 000. Las manifestaciones
clínicas son muy variables. Clásicamente, se distinguen tres fenotipos
principales.
El tipo 1 es la forma crónica y no neurológica, y
representa el 95 % de los casos. Es una enfermedad heterogénea
caracterizada por la asociación de organomegalia (bazo, hígado),
osteopatías (dolor, infartos óseos, osteonecrosis) y citopenias
(trombocitopenia, anemia y, más raramente, neutropenia). La actividad de
algunos marcadores biológicos –incluyendo la enzima quitotriosidasa, la
ECA (enzima conversora de la angiotensina), la ferritina y la fosfatasa
ácida tartratorresistente (TRAP)– también están incrementadas.
El tipo 2
es la forma neurológica aguda, caracterizada por la aparición temprana
(durante el primer año de vida), la disfunción del tronco cerebral, la
progresión rápida y organomegalia asociada.
El tipo 3 es la forma
neurológica subaguda y se caracteriza por la encefalopatía progresiva
(apraxia oculomotora, epilepsia y ataxia), asociada a las
manifestaciones de la enfermedad de tipo 1 y con aparición en la
infancia o en la adolescencia. La encefalopatía puede ser el primer
signo del trastorno o puede ocurrir más adelante en el curso de la
enfermedad. También se ha descrito una forma perinatal mortal que se
manifiesta como una disminución o una ausencia de movimientos fetales o
anasarca. La enfermedad de Gaucher es hereditaria se transmite de forma
autosómica recesiva y es causada por mutaciones en el gen GBA (1q21),
que dan lugar a un defecto en la actividad de la glucocerebrosidasa
(también conocida como glucosilceramidasa o -glucosidasa ácida). En
casos raros es causada por mutaciones en el gen PSAP, que provoca una
deficiencia de la proteína activadora saposina C.
El diagnóstico puede
confirmarse mediante la medición del nivel de actividad
glucocerebrosidasa en los leucocitos circulantes o en fibroblastos de la
piel. En la actualidad, hay dos tratamientos específicos disponibles
para la enfermedad de Gaucher, pero el tratamiento intravenoso
sustitutivo con la enzima recombinante imiglucerasa sigue siendo el
tratamiento de elección indicado en los pacientes con los tipos 1 y 3 de
la enfermedad. La terapia oral de reducción de sustrato empleando
miglustat ofrece un tratamiento alternativo de segunda línea. Es
importante que los pacientes con enfermedad de Gaucher reciban
tratamiento antes de la aparición de secuelas que no responden a estas
terapias.

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